En el día de ayer, la Secretaria de Salud Andrea Perestiuk junto a la Directora de Atención Primaria de la Salud Karina Maceri, se hicieron presentes en los hospitales de Claraz, Juan N. Fernández y La Dulce para conversar con los internos y sus familiares sobre la situación que regirá a partir del mes de julio.

Desde que se comenzó con la internación de abuelos en los geriátricos del interior, se les cobró una suma razonable que cubría los gastos de alimentación de los internos. Con el resto de su jubilación, ellos se proveen de sus elementos de higiene personal, pañales, medicamentos, algún gustito que quieran darse y también algunos pagan a personas que los ayudan a la hora de alimentarse, por ejemplo.

A partir de Julio, la Ordenanza 11.452/2024, permite a la Municipalidad de Necochea a traves de una tasa, quedarse con el 80% de los haberes de los abuelos internados en el geriátrico cuando tienen sólo jubilación y el 60% cuando tienen jubilación y pensión. También con esos porcentajes cuando cobren aguinaldo o algún bono.

Esta situación pone en alerta a los internos y sus familias porque el 20% restante, claramente no les alcanza para los gastos que mencionamos antes, porque a pesar del incremento de la cuota, esos gastos deben seguir siendo cubiertos por ellos mismos.

Otra situación que también preocupa, es la poca garantía que sienten los internos y los ciudadanos en general de que la Municipalidad cumpla en tiempo y forma con las necesidades de los abuelos, ya que habiendo tasa a la hectárea afectada al arreglo de caminos y caminos rurales detonados, tasa de alumbrado barrido y limpieza y con lo único que se cumple es con el alumbrado, tasa en el cementerio, el cual está en condiciones prácticamente de abandono, nada hace suponer que con la salud sea diferente, considerando además que ya hay faltante de insumos, no sólo en el interior sino también en el Hospital de Necochea, algo que cualquiera que tenga necesidad de ir lo puede comprobar. 

Se entiende perfectamente la postura de las autoridades cuando dicen que la única manera de que ingrese dinero a la Municipalidad debe ser a traves de una tasa y que es por eso que tomaron esta medida. Ahora pregunto, ¿no había otra manera? Hacerlo a traves de una tasa, por ejemplo, y que esa tasa la siga cobrando cada hospital, como lo venían haciendo hasta ahora, era una buena opción. Consultar sobre el valor de esa tasa también era una opción. Opciones que no sólo no se les ocurrieron, sino que tampoco tuvieron la inquietud de consultarlo con los directivos o las cooperadoras de los hospitales. O mínimamente comunicarlo antes de levantar la mano, para ver si había alguna otra alternativa. Creen que por tener una banca, lugar donde cada uno de nosotros los puso, tienen derecho a manejar nuestras vidas y nuestros bolsillos, sin considerar al menos nuestras opiniones.

Los hemos visto desfilando por los hospitales buscando la fotito en cuanta campaña electoral ha habido, «mostrando interés por el interior», hasta hubo quienes dijeron «el interior existe». Ya vemos de que manera existe, como agente recaudatorio. A la hora de que nuestros impuestos y sus benditas tasas vuelvan a las comunidades del interior, el interior no existe. No vuelven obras, no vuelven insumos, no vuelve nada. Lo que tenemos, lo tenemos gracias al pueblo que colabora.

Pagamos todo dos veces. Con las tasas para obtener la prestación a cambio y como no lo obtenemos, lo pagamos de nuevo de manera privada, o a traves de una rifa, de un bono, de una feria de platos o de un espectáculo a beneficio. Nos toman el pelo.